jueves, 27 de agosto de 2015

BIBLIOGRAFIA

http://www.neuroclassics.org/TDAH/TDAH.htm

http://help4adhd.org/es/about/what/wwk8

http://www.pediatriaintegral.es/publicacion-2014-11/alteraciones-del-sueno-y-tdah-o-tdah-y-alteraciones-del-sueno-existe-relacion/

http://www.fundacionadana.org/definicion

http://www.tdahytu.es/que-es/

https://nudebrainfo.wordpress.com/recursos/diccionario/trastornos-neuropsicologicos/

http://www.trastornohiperactividad.com/sites/default/files/pdf/TDAH_Manual_Padres.pdf

ALTERACIONES FUNCIONALES DEL TDAH






La mayoría de las alteraciones que afectan a los pacientes con TDAH afectan a las capacidades cognitivas y pueden clasificarse como alteraciones de las funciones ejecutivas, que pueden evaluarse mediante el uso de pruebas neuropsicológicas.
Las funciones ejecutivas son capacidades básicas en el ser humano e incluyen:
·Capacidad de planificación, definida como la capacidad para secuenciar una serie de acciones requeridas para resolver un problema.
· Flexibilidad cognitiva, habilidad para pensar en diferentes soluciones para una determinada situación o problema.
·Memoria de trabajo, la capacidad para mantener activa la información necesaria para resolver un problema.
· Inhibición, la capacidad para inhibir o retener una determinada actuación.
 Cambio, la habilidad para cambiar un tipo de acciones o conductas a voluntad y de acuerdo con las necesidades de las circunstancias
Los pacientes con TDAH presentan déficits en estas capacidades, que se van desarrollando de la infancia hasta el inicio de la edad adulta, a lo largo de la adolescencia. Los niños con TDAH tienen un retraso en el desarrollo de estas capacidades en relación a su edad. 
Gracias al desarrollo que a partir de los años 80 del siglo pasado han experimentado las técnicas de neuroimagen funcional, ha sido posible observar los correlatos biológicos de las alteraciones neuropsicológicas que caracterizan a los pacientes con TDAH.
Hay dos tipos de técnicas neuroimagen: las estructurales y las funcionales.
Las estructurales                                                                
·  Se ocupan de medir el tamaño total del cerebro y las regiones específicas dentro de él.
·  Con ello se pueden relacionar las zonas del cerebro y el desempeño psicológico.
·  Se pueden detectar anormalidades.
Las Funcionales
· se ocupan de medir la activación cerebral durante alguna actividad psicológica.
LAS ALTERACIONES NEUROPSICOLÓGICAS: Son la agnosia, amnesia y afasia.
AGNOSIA: Alteración adquirida de la capacidad de reconocimiento de objetos u otros elementos del medio existiendo en el sujeto preservación de la conciencia y sin existir defectos sensoriales o falta de familiaridad con el objeto.
AMNESIA: Alteración adquirida de la memoria y sus procesos (registro, almacenamiento y recuperación de información) de modo que el sujeto presenta dificultades en tareas o actividades relacionadas con el aprendizaje o recuerdo).
AFASIA: Alteración del lenguaje adquirida (en expresión y/o comprensión) en un sujeto con un normal desarrollo previo del lenguaje.

TIPOS DE TDAH

No todos los individuos que padecen este trastorno tienen exactamente las mismas manifestaciones sintomáticas. Existen 3 subgrupos de TDAH claramente diferenciados: 

1.    TDAH de tipo inatento: es una de las alteraciones neuro comportamentales más comunes de la niñez y una de las causas de consulta más frecuentes en la edad escolar. Se caracteriza por alteraciones básicas en las funciones ejecutivas e inhibición de la conducta. Estos pacientes presentan su sintomatología centrada en la esfera de las dificultades de atención y concentración.




2.    TDAH de tipo hiperactivo/impulsivo. Estos pacientes presentan su sintomatología centrada en la hiperactividad motora.
           Entre cuyos signos se incluyen los siguientes:

·         gestos o movimientos repetitivos que denotan nerviosismo o intranquilidad
·         dificultad para permanecer sentado
·         tendencia a correr o trepar de forma excesiva
·         dificultad para jugar tranquilamente
·         sensación de estar siempre "en marcha"
·         habla excesiva o descontrolada
·         lanzarse a responder preguntas de forma impulsiva sin haber escuchado completamente la pregunta
·         dificultad para esperar el turno o guardar fila
·         tendencia a interrumpir o a inmiscuirse





3.    TDAH de tipo combinado. Estos pacientes presentan ambos tipos de síntomas.
Que incluye una combinación de los dos tipos anteriores y es el más frecuente.
Aunque puede ser un verdadero desafío educar a un niño con TDAH, es importante recordar que los niños que padecen este trastorno no son "malos", no "intentan hacerse ver" ni se portan mal a propósito. Los niños diagnosticados con TDAH tienen dificultades para controlar su comportamiento, a no ser que reciban medicación y/o tratamiento conductual.



...

Por tanto, no todos los niños con TDAH son hiperactivos. Los niños TDAH de tipo inatento no tienen problemas de hiperactividad o impulsividad, solo presentan los síntomas de inatención: cometen errores por no prestar atención a los detalles, no mantienen la atención en tareas largas, parece que no escuchen, tienen dificultad para completar órdenes complejas, evitan las acciones que requieren esfuerzo mental y se distraen con facilidad.







ESFUERZOS SE ESTÁN REALIZANDO PARA MEJORAR EL TRATAMIENTO

La investigación sobre el TDAH atraviesa una interesante etapa. La expansión del conocimiento en el ámbito de la genética, las imágenes del cerebro y la investigación conductual están conduciendo a un mejor entendimiento de las causas del trastorno, cómo prevenirlo y cómo desarrollar tratamientos más eficaces para todos los grupos etarios.
El NIMH ha estudiado los tratamientos para el TDAH en niños en edad escolar a través de un estudio a gran escala y de largo plazo denominado: Estudio de Tratamiento Multimodal en Niños con el TDAH (MTA por sus siglas en inglés). El NIMH también financió el Estudio del Tratamiento de Niños Preescolares con TDAH (PATS, por sus siglas en inglés), en el que participaron más de 300 niños en edad preescolar a quienes se les había diagnosticado el TDAH. El estudio descubrió que las dosis bajas del estimulante metilfenidato son seguras y eficaces para los niños en edad preescolar, pero estos son más sensibles a los efectos secundarios del medicamento, incluso, presentan tasas de crecimiento más lentas que el promedio.18 Por lo tanto, los niños en edad preescolar que toman medicamentos para el TDAH deberían ser supervisados de cerca.
PATS también investiga los genes de los niños en edad preescolar, para ver si existen genes específicos que afecten la respuesta de los niños al metilfenidato. Resultados futuros pueden ayudar a los científicos a vincular las variaciones en los genes con las diferencias en el modo en que la gente responde a los medicamentos para el TDAH. Por el momento, el estudio ofrece valiosos datos sobre el TDAH.
Se están llevando a cabo otros ensayos clínicos en niños y adultos con el TDAH que están patrocinados por el NIMH. Además, los científicos patrocinados por el NIMH continúan buscando la base biológica del TDAH e información sobre cómo las diferencias en los genes, la estructura y función cerebral pueden combinarse con experiencias de la vida para generar el trastorno.


TRATAMIENTO PARA EL TDAH EN LOS ADULTOS






Los adultos con el TDAH pueden recibir un tratamiento similar al que reciben los niños que padecen el trastorno, con medicamentos, psicoterapia o una combinación de tratamientos.
Medicamentos. Los medicamentos para el TDAH, incluyendo las formas de liberación prolongada, a menudo son recetados para adultos con el TDAH, pero no todos estos medicamentos están aprobados para adultos. Sin embargo, los que no están aprobados para adultos pueden ser igualmente recetados por un médico como uso “no especificado” en la etiqueta.  Aunque no están aprobados por la FDA específicamente para el tratamiento del TDAH, los antidepresivos se usan, a veces, para tratar a adultos con el TDAH. Los antiguos antidepresivos, denominados tricíclicos, también se usan a veces porque al igual que los estimulantes, afectan los químicos del cerebro conocidos como norepinefrina y dopamina. También puede recetarse un antidepresivo más nuevo, venlafaxina (Effexor), dado que produce un efecto sobre la norepinefrina, un químico del cerebro. Y en recientes estudios clínicos, el antidepresivo bupropión (Wellbutrin), que afecta al químico del cerebro dopamina, mostró beneficios para los adultos que padecen del TDAH.
Las recetas de estimulantes y otros medicamentos para adultos requieren consideraciones especiales. Por ejemplo, los adultos a menudo necesitan otros medicamentos para problemas físicos, como la diabetes o la presión alta, o para la ansiedad y la depresión. Algunos de estos medicamentos pueden interactuar negativamente con los estimulantes. Un adulto que padece del TDAH deberá analizar las posibles opciones de medicamentos con su médico. Deben tenerse en cuenta estas y otras cuestiones cuando se receta un medicamento.

Educación y psicoterapia. Un consejero profesional o terapista puede ayudar a un adulto con el TDAH a aprender cómo organizar su vida con herramientas como: un calendario grande o una agenda, listas, recordatorios y asignándole un lugar especial a las llaves, facturas y papeles. Las tareas más grandes pueden dividirse en pasos más pequeños y fáciles de manejar, de modo que completar cada parte de la tarea brinde un sentimiento de logro. La psicoterapia, incluyendo la terapia conductual cognitiva, puede ayudar también a cambiar la mala imagen que se tiene de uno mismo ya que permite examinar las experiencias que la produjeron. El terapista alienta al adulto con el TDAH a adaptarse a los cambios de la vida que el tratamiento conlleva, tales como pensar antes de actuar o resistir la necesidad de asumir riesgos innecesarios.

DIAGNOSTICO DEL TDAH EN LOS ADULTOS

Al igual que los niños, los adultos que sospechan que padecen del TDAH deberían ser evaluados por un profesional de la salud mental con licencia. Para detectar el TDAH, el profesional puede que necesite considerar una amplia gama de síntomas al evaluar a adultos, dado que sus síntomas tienden a ser más variados y posiblemente, no tan definidos como los que se presentan en los niños.
En parte porque hay una notable reducción de la sintomatología hiperactiva respecto al déficit de atención. En el paso de la infancia a la edad adulta, disminuyen los síntomas de hiperactividad que se pueden manifestar en inquietud, mientras que los síntomas de inatención se suelen manifestar en dificultades a la hora de llevar a cabo tareas (cumplir plazos de entrega, centrarse en una tarea concreta…) que pueden afectar su funcionalidad en varios aspectos de la vida.
El diagnóstico en adultos resulta complicado debido a la comorbilidad, es decir, la coexistencia con otras patologías psiquiátricas6, ya que los síntomas del TDAH se pueden solapar con los de los otros trastornos como trastorno por abuso de sustancias, trastornos de ansiedad y del ánimo.
Para recibir un diagnóstico de este trastorno, los síntomas del TDAH del adulto deben haber comenzado en la niñez y continuado en la edad adulta. Los profesionales de la salud usan escalas de calificación para determinar si un adulto reúne los criterios de diagnóstico del TDAH. El profesional de la salud mental también examinará los antecedentes de la persona en cuanto a conductas de la niñez y experiencia escolar, y entrevistará al cónyuge o pareja, los padres, amigos cercanos y otras personas que se relacionen con el paciente. La persona también se someterá a un examen físico y varias pruebas psicológicas.

Para algunos adultos, un diagnóstico de TDAH puede brindar un sentido de alivio. Los adultos que han padecido el trastorno desde la niñez, pero a quienes no se les ha diagnosticado, con el paso de los años, pueden haber desarrollado sentimientos negativos sobre sí mismos. Recibir un diagnóstico les permite comprender las razones de sus problemas, y el tratamiento les permitirá afrontar los problemas con mayor eficacia.


LOS ADULTOS PADECE DEL TDAH


Algunos niños que padecen del TDAH continúan teniendo el trastorno cuando son adultos. Y muchos adultos que tienen el trastorno no lo saben. Pueden sentir que es imposible organizarse, mantener un empleo o recordar y cumplir con citas. Las tareas diarias, como levantarse por la mañana, prepararse para ir al trabajo, llegar al trabajo puntualmente y ser productivo pueden ser especialmente difíciles para los adultos que padecen del TDAH.
Estos adultos pueden tener antecedentes de fracasos escolares, problemas en el trabajo o relaciones difíciles o frustradas. Muchos pueden haber tenido múltiples accidentes de tránsito. Al igual que los adolescentes, los adultos que padecen del TDAH pueden parecer inquietos e intentar hacer varias cosas a la vez, la mayoría sin éxito. También tienden a preferir "soluciones rápidas" en lugar de seguir los pasos necesarios para lograr mejores recompensas.
El TDAH se ha considerado durante mucho tiempo un trastorno propio de la infancia y de la adolescencia, pero los síntomas y el impacto funcional del TDAH no siempre desaparecen al pasar a la edad adulta y el trastorno puede persistir en más del 50% de los casos. Se asocia con un impacto importante a nivel clínico, funcional y de calidad de vida. Un estudio epidemiológico realizado a nivel internacional en la población general, señala que la prevalencia del TDAH en adultos es del 3,4%.
Los adultos afectados por este trastorno presentan ciertas diferencias en sus cerebros con respecto a las personas que solo lo sufrieron durante la infancia. Ya se sabía que a los niños con TDAH les fallaba la conexión entre dos zonas de la masa gris involucradas en esa red: la corteza cingulada posterior y la corteza pre frontal medial. Lo que las resonancias magnéticas muestran ahora es que la sincronización se recupera totalmente en los adultos que ya no sufren la dolencia, como si nunca la hubieran tenido.
Sin embargo, los adultos con TDAH conservan el cortocircuito. Esto abre una puerta a comprender mejor las bases biológicas de este trastorno tan extendido y afinar con los tratamientos farmacológicos.



ADOLESCENTES QUE PADECEN EL TDAH




La mayoría de los niños que padecen del TDAH continúan teniendo síntomas a medida que entran en la adolescencia. A algunos, sin embargo, no se les diagnostica el TDAH hasta que llegan a la adolescencia. Esto es más común en niños con los síntomas del tipo predominantemente inatento, dado que no necesariamente presentan problemas de disciplina en el hogar o en la escuela. En estos niños, el trastorno se vuelve más notorio a medida que se incrementan las demandas académicas y se acumulan las responsabilidades. Para todos los adolescentes, esta etapa es un reto. Pero para los adolescentes que padecen del TDAH, estos años pueden ser especialmente difíciles.
Aunque la hiperactividad tiende a disminuir a medida que el niño crece, los adolescentes que siguen siendo hiperactivos pueden ser inquietos e intentar hacer demasiadas cosas al mismo tiempo. Pueden elegir tareas o actividades que ofrecen beneficios inmediatos, en lugar de los que demandan más esfuerzo pero ofrecen mayores recompensas a largo plazo. Los adolescentes padecen principalmente déficits de atención tienen problemas con la escuela y otras actividades en las que se espera que sean más independientes.
Los adolescentes también se vuelven más responsables acerca de las decisiones que toman sobre su propia salud. Para un niño con el TDAH, es más probable que los padres sean los responsables en asegurar que el niño siga con el tratamiento. Pero cuando el niño llega a la adolescencia, los padres tienen menos control, y quienes padecen del TDAH pueden tener dificultades para seguir el tratamiento.
A los adolescentes con el TDAH se les debe dar normas claras y fáciles de entender y de esa manera ayudarlos a mantenerse saludables y brindarles la estructura que necesitan. Para ayudarlos a mantenerse enfocados y organizados, se puede confeccionar una lista de tareas del hogar y responsabilidades con sus respectivos espacios para que marquen las tareas completadas.

Los adolescentes con o sin el TDAH desean ser independientes y probar cosas nuevas y a veces, van a romper las reglas. Si su hijo adolescente rompe las reglas, su respuesta deberá ser lo más calmada y natural posible. El castigo debe ser utilizado sólo en raras ocasiones. Los adolescentes con el TDAH frecuentemente tienen problemas para controlar su impulsividad y pueden presentar fuertes ataques de ira. A veces, un breve "tiempo fuera" puede calmarlos.

MANERA PUEDEN TRABAJAR LOS PADRES EN LA ESCUELA DE SUS HIJOS

Comience por hablar con el maestro de su hijo, el consejero escolar o el equipo de apoyo estudiantil de la escuela, para comenzar una evaluación. Además, cada estado tiene un Centro de Información y Capacitación para Padres y una Agencia de Protección y Defensa que pueden ayudarlo a solicitar una evaluación. Un equipo de profesionales realiza la evaluación usando diferentes instrumentos y medidas, las cuales ayudarán a examinar todas las áreas relacionadas con la discapacidad del niño.

Una vez que su hijo ha sido evaluado, tiene varias opciones, según cuáles sean sus necesidades específicas. Si se necesitan servicios de educación especial y su hijo califica según la Ley de Educación para Personas con Discapacidades, el distrito escolar deberá desarrollar un "programa de educación individualizado" específicamente para su hijo en un plazo de 30 días.

Aún si se considera que su hijo no reúne los requisitos para recibir servicios de educación especial, no todos los niños que padecen del TDAH califican él o ella todavía puede recibir "educación pública adecuada gratuita", bajo la Sección 504 de la Ley de Rehabilitación de 1973, disponible para todos los niños con discapacidades en todas las escuelas públicas independientemente de la naturaleza o la gravedad de la discapacidad.

Se puede encontrar más información sobre los programas para niños con discapacidades del Departamento de Educación.
Los cambios pueden ser difíciles. Cada año lectivo trae consigo un nuevo maestro y nuevas tareas, un cambio que puede ser especialmente difícil para un niño con el TDAH que necesita rutinas y estructuras. Considere notificarles a los maestros que su hijo padece del TDAH cuando comienza la escuela o se cambia a una nueva clase. El apoyo adicional ayudará a su hijo a sobrellevar los cambios.


POSIBLES INTERVENCIONES POR PARTE DE LOS PADRES CON LA QUE PUEDEN AYUDAR A SUS HIJOS


Los niños que padecen del TDAH necesitan guía y comprensión por parte de sus padres y maestros para alcanzar todo su potencial y tener éxito en la escuela. Antes de que se diagnostique el trastorno, frustración, culpa e ira puede haberse acumulado en la familia. Tanto los niños como los padres puede que necesiten ayuda especial para superar esos sentimientos adversos. Los profesionales de la salud mental pueden educar a los padres acerca del TDAH y de qué manera afecta a una familia. También ayudarán al niño y sus padres a desarrollar nuevas habilidades, actitudes y formas de relacionarse entre sí.
La capacitación para el desarrollo de habilidades de crianza de los hijos ayuda a los padres a aprender a usar un sistema de recompensas y consecuencias para cambiar la conducta del niño. Se les enseña a los padres que brinden comentarios positivos inmediatos para conductas que deseen alentar e ignorar o reorientar conductas que deseen desalentar. En algunos casos, se pueden usar el " tiempo fuera " cuando la conducta del niño se descontrola. En un "tiempo fuera ", el niño es retirado de la situación que desencadena la ira y se lo sienta solo por un breve periodo de tiempo para que se calme.
También se les anima a los padres a compartir una actividad placentera o relajante con el niño, a fin de observar y señalar lo que el niño hace bien y elogiar las fortalezas y habilidades del niño. Pueden también aprender a estructurar situaciones de maneras más positivas. Por ejemplo, pueden restringir la cantidad de compañeros de juego a uno o dos, de manera que el niño no se sobre estimule. O bien, si el niño tiene dificultades para completar tareas, los padres pueden ayudarlo a dividir las tareas grandes en pasos más pequeños y más manejables. Además, los padres pueden utilizar técnicas para aprender a controlar el estrés y mejorar su habilidad para afrontar las frustraciones, de manera que puedan responder con calma ante la conducta de su hijo.

A veces, toda la familia puede necesitar terapia. Los terapistas pueden ayudar a los miembros de la familia a encontrar mejores formas de controlar las conductas perjudiciales y fomentar cambios conductuales. Finalmente, los grupos de apoyo ayudan a los padres y familias a conectarse con otras familias que padecen problemas y preocupaciones similares. Los grupos se reúnen regularmente para compartir frustraciones y logros, intercambiar información sobre especialistas y estrategias recomendadas y hablar con expertos.


EFECTOS SECUNDARIOS DE LOS MEDICAMENTOS ESTIMULANTES

Los efectos secundarios más comúnmente reportados son pérdida de apetito, problemas para dormir, ansiedad, e irritabilidad. Algunos niños también reportan dolores de estómago o dolores de cabeza leves. La mayoría de los efectos secundarios son leves y desaparecen con el tiempo o si el nivel de la dosis se reduce.

PSICOTERAPIA

Se usan diferentes tipos de psicoterapia para tratar el TDAH. La terapia conductual tiene como objetivo ayudar a un niño a cambiar su conducta. Puede implicar ayuda práctica, como ayudar a organizar tareas o completar el trabajo escolar, o superar eventos emocionalmente difíciles. La terapia conductual también le enseña al niño cómo monitorear su propia conducta. Aprender a darse elogios o premios por actuar de una manera deseada, como controlar la ira o el pensar antes de actuar, es otro de los objetivos de la terapia conductual. Los padres y maestros también pueden expresar comentarios positivos o negativos para ciertas conductas. Asimismo, normas claras, listas de tareas y otras rutinas estructuradas pueden ayudar que un niño controle su conducta.

Los terapistas pueden enseñarles a los niños habilidades para socializar, como de qué manera esperar su turno, compartir juguetes, pedir ayuda o responder a burlas. Aprender a leer las expresiones faciales y el tono de voz en otras personas y cómo responder de manera adecuada puede ser parte también de la capacitación en habilidades para socializar.

TRATAMIENTO

Los tratamientos disponibles en la actualidad se centran en reducir los síntomas del TDAH y mejorar el funcionamiento. Los tratamientos incluyen medicamentos, diferentes tipos de psicoterapia, educación o capacitación, o una combinación de tratamientos.
MEDICAMENTOS
El tipo más común de medicamento que se usa para tratar el TDAH se denomina "estimulante". A pesar de que puede parecer poco inusual tratar el TDAH con un medicamento que se considera un estimulante, en realidad, tiene un efecto calmante en los niños con el TDAH. Muchos tipos de medicamentos estimulantes están disponibles. Algunos otros medicamentos para el TDAH no son estimulantes y funcionan de manera diferente que los estimulantes. Para muchos niños, los medicamentos para el TDAH reducen la hiperactividad y la impulsividad y mejoran la capacidad para concentrarse, trabajar y aprender. Los medicamentos también pueden mejorar la coordinación física.
Sin embargo, no puede usarse un enfoque uniforme para todos los niños con el TDAH. Lo que funciona para un niño puede no funcionar para otro. Un niño puede tener efectos secundarios con cierto medicamento, mientras que otro niño puede no tenerlos. A veces, se deben probar varios medicamentos o dosis diferentes antes de encontrar uno que funcione para un niño en particular. Los cuidadores y médicos deben monitorear de cerca y cuidadosamente a todo niño que esté tomando medicamentos.





Los medicamentos actuales no curan el TDAH, más bien, controlan los síntomas durante el período en el que se toman. Los medicamentos pueden ayudar a un niño a prestar atención y completar las tareas de la escuela. No está claro, si los medicamentos pueden ayudar a los niños a aprender o a mejorar sus habilidades académicas. Agregar una terapia conductual, consejería y apoyo práctico, puede ayudar a los niños con el TDAH y a sus familias a afrontar mejor los problemas cotidianos. Las investigaciones financiadas por el Instituto Nacional de la Salud Mental (NIMH, por sus siglas en inglés) han demostrado que los medicamentos funcionan mejor cuando el tratamiento se controla periódicamente por el médico que los receta y la dosis ajusta en función a las necesidades del niño.



DIAGNOSTICO DEL TDAH



Los niños maduran a ritmos diferentes y tienen personalidades, temperamentos y niveles de energía diferentes. La mayoría de los niños se distraen, actúan impulsivamente y se esfuerzan para concentrarse en un momento u otro. A veces, estos factores normales pueden confundirse con el TDAH. Los síntomas del TDAH generalmente aparecen a una temprana edad, generalmente entre los 3 y 6 años, y dado que los síntomas varían de una persona a otra, el trastorno puede ser difícil de diagnosticar. Primero, los padres pueden notar que su hijo pierde el interés en ciertas cosas antes que otros niños o parece estar constantemente "fuera de control". Con frecuencia, los maestros son los primeros en notar los síntomas, cuando un niño tiene dificultades para seguir normas, o con frecuencia “se aísla” en el salón de clases o el patio de recreo.
No existe una sola prueba que pueda diagnosticar que un niño padece del TDAH. Por lo contrario, un profesional de la salud con licencia necesita reunir información sobre el niño, su conducta y su entorno. La familia puede que quiera hablar con el pediatra del niño primero. Algunos pediatras pueden evaluar al niño ellos mismos, pero muchos derivarán a la familia a un especialista de la salud mental con experiencia en trastornos mentales de la niñez, como el TDAH. Primero el pediatra o especialista de la salud mental intentará descartar otras razones para los síntomas. Por ejemplo, ciertas situaciones, eventos o afecciones de la salud pueden causar conductas pasajeras en un niño que parece tener el TDAH. Entre ellos, el pediatra y el especialista determinarán si un niño:
·         Está sufriendo convulsiones aun no diagnosticadas que podrían asociarse con otras afecciones médicas
·         Padece una infección del oído medio que está causando problemas de audición
·         Tiene algún problema de visión o audición aun no diagnosticado
·         Tiene algún problema médico que afecta su pensamiento y su conducta
·         Tiene algún problema de aprendizaje
·         Padece de ansiedad o depresión u otros problemas psiquiátricos que podrían causar síntomas similares al TDAH
·        Ha sido afectado por un cambio significativo y repentino, como la muerte de un miembro de la familia, un divorcio o la pérdida de empleo de la madre o el padre.
Un especialista también verificará los registros escolares y médicos para obtener indicios, ver si el hogar o la escuela del niño parecen ser inusualmente estresantes o perjudiciales y reunir información de los padres y docentes del niño. Se puede hablar

con entrenadores, niñeras y otros adultos que conozcan bien al niño.
 Un especialista también puede preguntará lo siguiente:
·         ¿Son las conductas excesivas y de largo plazo? ¿Afectan todos los aspectos de la vida del niño?
·         ¿Suceden con más frecuencia en este niño en comparación con sus compañeros?
·         ¿Son las conductas un problema continuo o la reacción a una situación pasajera?
·         ¿Ocurren las conductas en diferentes ámbitos o solo en un lugar, como el patio de juegos, el salón de clase o el hogar?
El especialista presta mucha atención a la conducta del niño durante diferentes situaciones. Algunas situaciones son muy estructuradas, otras menos. Algunas requieren que el niño siga prestando atención. La mayoría de los niños con el TDAH pueden controlar mejor sus conductas en situaciones en las que están recibiendo atención individual y cuando tienen la libertad de concentrarse en actividades placenteras. Estos tipos de situaciones son de menos importancia en la evaluación. Un niño también puede ser evaluado para ver cómo actúa en situaciones sociales y puede ser sometido a pruebas de habilidad intelectual y logros académicos para ver si padece un problema de aprendizaje.
Finalmente, si después de recolectar toda esta información el niño cumple con los criterios para el diagnóstico del TDAH, se le diagnosticará el trastorno.




CAUSAS DEL TDAH









Es algo incierto todavía hoy en día. Se trata de un trastorno neurobiológico heterogéneo y complejo, que no puede explicarse por una única causa, sino por una serie de condiciones genéticas junto con otros factores ambientales.
Factores genéticos: Se han llevado a cabo estudios en familias, gemelos y niños adoptados, que han revelado que la genética juega un papel muy importante en la transmisión del TDAH entre generaciones. Se estima que el 76% de las causas del TDAH puede atribuirse a factores genéticos. Según los estudios, los familiares de las personas con TDAH tienen cinco veces más probabilidades de presentar el trastorno, que las personas sin antecedentes familiares. Además, se ha señalado en otros estudios, que la frecuencia del TDAH es mayor en los familiares biológicos de aquellos que padecen el trastorno, que en los familiares adoptivos.
Factores ambientales: Se han asociado una serie de factores ambientales como factores de riesgo de padecer el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, principalmente, durante el embarazo, el parto, y después del parto. Se consideran factores ambientales: Principalmente: nacimiento prematuro, encefalopatía hipóxico-isquémica (síndrome que se manifiesta en la primera semana de vida producido por la disminución del aporte de oxígeno (O2) o la reducción mantenida del flujo sanguíneo cerebral), bajo peso al nacimiento y consumo de tabaco y alcohol durante el embarazo. Otros factores ambientales son el consumo de heroína y cocaína durante el embarazo, exposición intrauterina al plomo y el zinc, traumatismos craneoencefálicos en la primera infancia, infecciones del sistema nervioso central o la adversidad psicosocial.
Factores psicosociales: Los factores psicosociales no se consideran críticos en la etiología del TDAH, es decir, que no se cree que sean factores determinantes, aunque sí desempeñan un papel importante en el trastorno y  sobre todo, suponen una oportunidad para la intervención.
Así, algunos investigadores se han centrado en la familia, sobre todo en los factores contextuales (estrés, desavenencias matrimoniales o trastornos psicopatológicos de los padres) y la interacción entre padres e hijos.


La causa principal del TDAH es la herencia. Aproximadamente el 75 por ciento de los casos con este trastorno tiene causas de origen genético. No obstante, determinar este origen es complicado ya que la patología no la causa un solo gen y además estos genes interactúan entre ellos. Hay muchos implicados, principalmente los sistemas que regulan la dopamina, la adrenalina, la serotonina, etc. Es una herencia poligénica y compleja porque también interactúan entre ellos, etc.
Además del origen genético, Díez explica que hay una serie de factores, los denominados perinatales, que están relacionados con el embarazo, el parto y los primeros meses de vida que también pueden producir TDAH. Estos son el consumo de tabaco y alcohol durante el embarazo o la presencia de sufrimiento fetal, entre otros.
Las lesiones cerebrales: Los niños que han sufrido una lesión cerebral pueden mostrar algunas conductas similares a las de quienes padecen del TDAH. Sin embargo, solo un porcentaje pequeño de niños con TDAH han sufrido una lesión cerebral traumática.
El azúcar: La idea de que la azúcar refinada causa el TDAH o empeora los síntomas es común, pero la investigación descarta esta teoría en lugar de sustentarla. En un estudio, los investigadores les dieron a dos grupos de niños alimentos que contenían azúcar o un sustituto del azúcar un día sí y un día no. Los niños que recibieron azúcar no demostraron tener una conducta o capacidades de aprendizaje diferentes de quienes recibieron el sustituto de azúcar. Otro estudio en el que los niños recibieron cantidades mayores que el promedio de azúcar o sustitutos de azúcar mostró resultados similares.


Los aditivos alimentarios: Una reciente investigación británica indica que puede existir un vínculo entre el consumo de ciertos aditivos alimentarios, como colorantes artificiales o conservantes, y un aumento en la actividad. Se están realizando investigaciones para confirmar estos hallazgos y para aprender más sobre como los aditivos alimentarios pueden afectar la hiperactividad.



AFECCIONES PUEDEN COEXISTIR CON EL TDAH



Algunos niños con el TDAH padecen también de otras enfermedades o afecciones. Por ejemplo, pueden padecer de uno o más de la lista a continuación:

·         Un problema de aprendizaje. Un niño en edad preescolar con un problema de aprendizaje puede tener problemas para entender ciertos sonidos o palabras o tener problemas para expresarse con palabras. Un niño en edad escolar puede tener dificultad para leer, deletrear, escribir y para las matemáticas.

·       Trastorno de oposición desafiante. Los niños que padecen esta afección, en la cual un niño es excesivamente terco o rebelde, con frecuencia discuten con los adultos y se niegan a obedecer las normas.

·     Trastorno de conducta. Esta afección incluye conductas en las cuales el niño puede mentir, robar, pelear o intimidar a los demás. Puede llegar a destruir la propiedad, ingresar ilegalmente a casas o portar o usar armas. Estos niños o adolescentes tienen también un mayor riesgo de usar sustancias ilegales. Los niños con un trastorno de conducta están en riesgo de meterse en problemas en la escuela o con la policía.

·     Ansiedad y depresión. Tratar el TDAH puede ayudar a disminuir la ansiedad o algunas formas de depresión.

·  Trastorno bipolar. Algunos niños que padecen el TDAH pueden también sufrir este trastorno, en el cual se presentan cambios de estado ánimo extremos, que van desde la manía (un estado de ánimo excesivamente exaltado) a la depresión en breves periodos de tiempo.

·         Síndrome de Tourette. Muy pocos niños padecen este trastorno cerebral, pero muchos de quienes lo padecen, también padecen el TDAH. Algunas personas con el síndrome de Tourette tienen tics nerviosos y gestos repetitivos, como parpadeos de los ojos, tics faciales o muecas. Otros carraspean, resoplan o aspiran frecuentemente o gritan palabras inadecuadas. Estas conductas pueden controlarse con medicamentos.

El TDAH también puede coexistir con un trastorno del sueño, enuresis nocturna, abuso de sustancias u otros trastornos o enfermedades.


SINTOMAS DEL TRASTORNO DE DEFICIT DE ATENCION E HIPERACTIVIDAD

Debe cumplir seis o más de los síntomas siguientes para el déficit de atención y/o hiperactividad, síntomas que deben haber estado presentes son:

1.    No pone atención y comete errores frecuentes por descuido
2.    Tiene dificultad para mantener la atención en las tareas y los juegos.
3.    No parece escuchar lo que se le dice cuando se le habla directamente.
4.    No sigue las instrucciones, no termina las tareas en la escuela, no termina los “recados”, a pesar de entenderlos.
5.    Dificultades para organizar sus tareas y actividades.
6.    Evita o rechaza realizar tareas que le demanden esfuerzo.
7.    Pierde sus útiles o cosas necesarias para hacer sus actividades obligatorias (lapiceros, libros).
8.    Se distrae fácilmente con estímulos irrelevantes.
9.    Olvidadizo en las actividades diarias.





DÉFICIT DE ATENCIÓN

HIPERACTIVIDAD-IMPULSIVIDAD

1.    Molesta moviendo las manos y los pies mientras está sentado.
2.    Se levanta del puesto en la clase o en otras situaciones donde debe estar sentado.
3.    Corretea, trepa,… en situaciones inadecuadas.
4.    Dificultad para relajarse o practicar juegos donde debe permanecer quieto.
5.    Esta continuamente en marcha como si tuviera un motor por dentro.
6.    Habla excesivamente.
7.    Contesta o actúa antes de que se termine de formular las preguntas.
8.    Tiene dificultad para esperar turnos en los juegos.
9.    Interrumpe las conversaciones o los juegos de los demás.