http://www.neuroclassics.org/TDAH/TDAH.htm
http://help4adhd.org/es/about/what/wwk8
http://www.pediatriaintegral.es/publicacion-2014-11/alteraciones-del-sueno-y-tdah-o-tdah-y-alteraciones-del-sueno-existe-relacion/
http://www.fundacionadana.org/definicion
http://www.tdahytu.es/que-es/
https://nudebrainfo.wordpress.com/recursos/diccionario/trastornos-neuropsicologicos/
http://www.trastornohiperactividad.com/sites/default/files/pdf/TDAH_Manual_Padres.pdf
jueves, 27 de agosto de 2015
ALTERACIONES FUNCIONALES DEL TDAH
La mayoría de las alteraciones que afectan a los pacientes con TDAH afectan a las capacidades cognitivas y pueden clasificarse como alteraciones de las funciones ejecutivas, que pueden evaluarse mediante el uso de pruebas neuropsicológicas.
Las funciones ejecutivas son capacidades básicas en el ser humano e incluyen:
·Capacidad de planificación, definida como la capacidad para secuenciar una serie de acciones requeridas para resolver un problema.
· Flexibilidad cognitiva, habilidad para pensar en diferentes soluciones para una determinada situación o problema.
·Memoria de trabajo, la capacidad para mantener activa la información necesaria para resolver un problema.
· Inhibición, la capacidad para inhibir o retener una determinada actuación.
Cambio, la habilidad para cambiar un tipo de acciones o conductas a voluntad y de acuerdo con las necesidades de las circunstancias
Los pacientes con TDAH presentan déficits en estas capacidades, que se van desarrollando de la infancia hasta el inicio de la edad adulta, a lo largo de la adolescencia. Los niños con TDAH tienen un retraso en el desarrollo de estas capacidades en relación a su edad.
Gracias al desarrollo que a partir de los años 80 del siglo pasado han experimentado las técnicas de neuroimagen funcional, ha sido posible observar los correlatos biológicos de las alteraciones neuropsicológicas que caracterizan a los pacientes con TDAH.
Hay dos tipos de técnicas neuroimagen: las estructurales y las funcionales.
Las estructurales
· Se ocupan de medir el tamaño total del cerebro y las regiones específicas dentro de él.
· Con ello se pueden relacionar las zonas del cerebro y el desempeño psicológico.
· Se pueden detectar anormalidades.
Las Funcionales
· se ocupan de medir la activación cerebral durante alguna actividad psicológica.
LAS ALTERACIONES NEUROPSICOLÓGICAS: Son la agnosia, amnesia y afasia.
AGNOSIA: Alteración adquirida de la capacidad de reconocimiento de objetos u otros elementos del medio existiendo en el sujeto preservación de la conciencia y sin existir defectos sensoriales o falta de familiaridad con el objeto.
AMNESIA: Alteración adquirida de la memoria y sus procesos (registro, almacenamiento y recuperación de información) de modo que el sujeto presenta dificultades en tareas o actividades relacionadas con el aprendizaje o recuerdo).
AFASIA: Alteración del lenguaje adquirida (en expresión y/o comprensión) en un sujeto con un normal desarrollo previo del lenguaje.
Las funciones ejecutivas son capacidades básicas en el ser humano e incluyen:
·Capacidad de planificación, definida como la capacidad para secuenciar una serie de acciones requeridas para resolver un problema.
· Flexibilidad cognitiva, habilidad para pensar en diferentes soluciones para una determinada situación o problema.
·Memoria de trabajo, la capacidad para mantener activa la información necesaria para resolver un problema.
· Inhibición, la capacidad para inhibir o retener una determinada actuación.
Cambio, la habilidad para cambiar un tipo de acciones o conductas a voluntad y de acuerdo con las necesidades de las circunstancias
Los pacientes con TDAH presentan déficits en estas capacidades, que se van desarrollando de la infancia hasta el inicio de la edad adulta, a lo largo de la adolescencia. Los niños con TDAH tienen un retraso en el desarrollo de estas capacidades en relación a su edad.
Gracias al desarrollo que a partir de los años 80 del siglo pasado han experimentado las técnicas de neuroimagen funcional, ha sido posible observar los correlatos biológicos de las alteraciones neuropsicológicas que caracterizan a los pacientes con TDAH.
Hay dos tipos de técnicas neuroimagen: las estructurales y las funcionales.
Las estructurales
· Se ocupan de medir el tamaño total del cerebro y las regiones específicas dentro de él.
· Con ello se pueden relacionar las zonas del cerebro y el desempeño psicológico.
· Se pueden detectar anormalidades.
Las Funcionales
· se ocupan de medir la activación cerebral durante alguna actividad psicológica.
LAS ALTERACIONES NEUROPSICOLÓGICAS: Son la agnosia, amnesia y afasia.
AGNOSIA: Alteración adquirida de la capacidad de reconocimiento de objetos u otros elementos del medio existiendo en el sujeto preservación de la conciencia y sin existir defectos sensoriales o falta de familiaridad con el objeto.
AMNESIA: Alteración adquirida de la memoria y sus procesos (registro, almacenamiento y recuperación de información) de modo que el sujeto presenta dificultades en tareas o actividades relacionadas con el aprendizaje o recuerdo).
AFASIA: Alteración del lenguaje adquirida (en expresión y/o comprensión) en un sujeto con un normal desarrollo previo del lenguaje.
TIPOS DE TDAH
No todos los individuos
que padecen este trastorno tienen exactamente las mismas manifestaciones
sintomáticas. Existen 3 subgrupos de TDAH claramente diferenciados:
1.
TDAH de tipo inatento: es una de las
alteraciones neuro comportamentales más comunes de la niñez y una de las causas
de consulta más frecuentes en la edad escolar. Se caracteriza por alteraciones
básicas en las funciones ejecutivas e inhibición de la conducta. Estos
pacientes presentan su sintomatología centrada en la esfera de las dificultades
de atención y concentración.
2.
TDAH de tipo hiperactivo/impulsivo. Estos
pacientes presentan su sintomatología centrada en la hiperactividad motora.
Entre cuyos signos se incluyen los
siguientes:
·
gestos o movimientos repetitivos que denotan nerviosismo o intranquilidad
·
dificultad para permanecer sentado
·
tendencia a correr o trepar de forma excesiva
·
dificultad para jugar tranquilamente
·
sensación de estar siempre "en marcha"
·
habla excesiva o descontrolada
·
lanzarse a responder preguntas de forma impulsiva sin haber escuchado
completamente la pregunta
·
dificultad para esperar el turno o guardar fila
·
tendencia a interrumpir o a inmiscuirse
3.
TDAH de tipo combinado. Estos pacientes presentan
ambos tipos de síntomas.
Que incluye una combinación de los dos tipos anteriores y es el más
frecuente.
Aunque puede ser un verdadero desafío
educar a un niño con TDAH, es importante recordar que los niños que padecen
este trastorno no son "malos", no "intentan hacerse ver" ni
se portan mal a propósito. Los niños diagnosticados con TDAH tienen
dificultades para controlar su comportamiento, a no ser que reciban medicación
y/o tratamiento conductual.
...
|
Por
tanto, no todos los niños con TDAH son hiperactivos. Los niños TDAH de tipo
inatento no tienen problemas de hiperactividad o impulsividad, solo presentan
los síntomas de inatención: cometen errores por no prestar atención a los
detalles, no mantienen la atención en tareas largas, parece que no escuchen,
tienen dificultad para completar órdenes complejas, evitan las acciones que
requieren esfuerzo mental y se distraen con facilidad.
ESFUERZOS SE ESTÁN REALIZANDO PARA MEJORAR EL TRATAMIENTO
La investigación sobre el TDAH atraviesa una
interesante etapa. La expansión del conocimiento en el ámbito de la genética,
las imágenes del cerebro y la investigación conductual están conduciendo a un
mejor entendimiento de las causas del trastorno, cómo prevenirlo y cómo
desarrollar tratamientos más eficaces para todos los grupos etarios.
El NIMH ha estudiado los tratamientos para el TDAH en
niños en edad escolar a través de un estudio a gran escala y de largo plazo
denominado: Estudio de Tratamiento Multimodal en Niños con el TDAH (MTA por sus
siglas en inglés). El NIMH también financió el Estudio del Tratamiento de Niños
Preescolares con TDAH (PATS, por sus siglas en inglés), en el que participaron
más de 300 niños en edad preescolar a quienes se les había diagnosticado el
TDAH. El estudio descubrió que las dosis bajas del estimulante metilfenidato
son seguras y eficaces para los niños en edad preescolar, pero estos son más
sensibles a los efectos secundarios del medicamento, incluso, presentan tasas
de crecimiento más lentas que el promedio.18 Por lo tanto, los niños en edad preescolar que
toman medicamentos para el TDAH deberían ser supervisados de cerca.
PATS también investiga los genes de los niños en edad
preescolar, para ver si existen genes específicos que afecten la respuesta de
los niños al metilfenidato. Resultados futuros pueden ayudar a los científicos
a vincular las variaciones en los genes con las diferencias en el modo en que
la gente responde a los medicamentos para el TDAH. Por el momento, el estudio
ofrece valiosos datos sobre el TDAH.
Se están llevando a cabo otros ensayos clínicos en
niños y adultos con el TDAH que están patrocinados por el NIMH. Además, los
científicos patrocinados por el NIMH continúan buscando la base biológica del
TDAH e información sobre cómo las diferencias en los genes, la estructura y
función cerebral pueden combinarse con experiencias de la vida para generar el
trastorno.
TRATAMIENTO PARA EL TDAH EN LOS ADULTOS
Los adultos con el TDAH pueden recibir un tratamiento similar al que reciben los niños que padecen el trastorno, con medicamentos, psicoterapia o una combinación de tratamientos.
Medicamentos. Los medicamentos para el TDAH, incluyendo las formas de liberación
prolongada, a menudo son recetados para adultos con el TDAH, pero no todos
estos medicamentos están aprobados para adultos. Sin embargo, los que no están
aprobados para adultos pueden ser igualmente recetados por un médico como uso
“no especificado” en la etiqueta. Aunque
no están aprobados por la FDA específicamente para el tratamiento del TDAH, los
antidepresivos se usan, a veces, para tratar a adultos con el TDAH. Los
antiguos antidepresivos, denominados tricíclicos, también se usan a veces
porque al igual que los estimulantes, afectan los químicos del cerebro
conocidos como norepinefrina y dopamina. También puede recetarse un
antidepresivo más nuevo, venlafaxina (Effexor), dado que produce un efecto
sobre la norepinefrina, un químico del cerebro. Y en recientes estudios
clínicos, el antidepresivo bupropión (Wellbutrin), que afecta al químico del
cerebro dopamina, mostró beneficios para los adultos que padecen del TDAH.
Las recetas de
estimulantes y otros medicamentos para adultos requieren consideraciones
especiales. Por ejemplo, los adultos a menudo necesitan otros medicamentos para
problemas físicos, como la diabetes o la presión alta, o para la ansiedad y la
depresión. Algunos de estos medicamentos pueden interactuar negativamente con
los estimulantes. Un adulto que padece del TDAH deberá analizar las posibles
opciones de medicamentos con su médico. Deben tenerse en cuenta estas y otras
cuestiones cuando se receta un medicamento.
Educación y psicoterapia. Un consejero profesional o terapista puede ayudar a un adulto con
el TDAH a aprender cómo organizar su vida con herramientas como: un calendario
grande o una agenda, listas, recordatorios y asignándole un lugar especial a
las llaves, facturas y papeles. Las tareas más grandes pueden dividirse en
pasos más pequeños y fáciles de manejar, de modo que completar cada parte de la
tarea brinde un sentimiento de logro. La psicoterapia, incluyendo la terapia
conductual cognitiva, puede ayudar también a cambiar la mala imagen que se
tiene de uno mismo ya que permite examinar las experiencias que la produjeron.
El terapista alienta al adulto con el TDAH a adaptarse a los cambios de la vida
que el tratamiento conlleva, tales como pensar antes de actuar o resistir la
necesidad de asumir riesgos innecesarios.
DIAGNOSTICO DEL TDAH EN LOS ADULTOS
Al igual que los niños,
los adultos que sospechan que padecen del TDAH deberían ser evaluados por un
profesional de la salud mental con licencia. Para detectar el TDAH, el
profesional puede que necesite considerar una amplia gama de síntomas al
evaluar a adultos, dado que sus síntomas tienden a ser más variados y
posiblemente, no tan definidos como los que se presentan en los niños.
En parte porque hay una
notable reducción de la sintomatología hiperactiva respecto al déficit de
atención. En el paso de la infancia a la edad adulta, disminuyen los síntomas
de hiperactividad que se pueden manifestar en inquietud, mientras que los
síntom as de inatención se suelen manifestar en dificultades a la hora de llevar
a cabo tareas (cumplir plazos de entrega, centrarse en una tarea concreta…) que
pueden afectar su funcionalidad en varios aspectos de la vida.
El diagnóstico en adultos
resulta complicado debido a la comorbilidad, es decir, la coexistencia con
otras patologías psiquiátricas6, ya que los síntomas del TDAH se pueden solapar
con los de los otros trastornos como trastorno por abuso de sustancias,
trastornos de ansiedad y del ánimo.
Para recibir un
diagnóstico de este trastorno, los síntomas del TDAH del adulto deben haber
comenzado en la niñez y continuado en la edad adulta. Los profesionales de la salud usan
escalas de calificación para determinar si un adulto reúne los criterios de
diagnóstico del TDAH. El profesional de la salud mental también examinará los
antecedentes de la persona en cuanto a conductas de la niñez y experiencia
escolar, y entrevistará al cónyuge o pareja, los padres, amigos cercanos y
otras personas que se relacionen con el paciente. La persona también se
someterá a un examen físico y varias pruebas psicológicas.
Para algunos adultos, un
diagnóstico de TDAH puede brindar un sentido de alivio. Los adultos que han
padecido el trastorno desde la niñez, pero a quienes no se les ha
diagnosticado, con el paso de los años, pueden haber desarrollado sentimientos
negativos sobre sí mismos. Recibir un diagnóstico les permite comprender las razones
de sus problemas, y el tratamiento les permitirá afrontar los problemas con
mayor eficacia.
LOS ADULTOS PADECE DEL TDAH
Algunos niños que padecen
del TDAH continúan teniendo el trastorno cuando son adultos. Y muchos adultos
que tienen el trastorno no lo saben. Pueden sentir que es imposible
organizarse, mantener un empleo o recordar y cumplir con citas. Las tareas
diarias, como levantarse por la mañana, prepararse para ir al trabajo, llegar
al trabajo puntualmente y ser productivo pueden ser especialmente difíciles
para los adultos que padecen del TDAH.
Estos adultos pueden tener
antecedentes de fracasos esco lares, problemas en el trabajo o relaciones
difíciles o frustradas. Muchos pueden haber tenido múltiples accidentes de
tránsito. Al igual que los adolescentes, los adultos que padecen del TDAH
pueden parecer inquietos e intentar hacer varias cosas a la vez, la mayoría sin
éxito. También tienden a preferir "soluciones rápidas" en lugar de
seguir los pasos necesarios para lograr mejores recompensas.
El TDAH se ha considerado
durante mucho tiempo un trastorno propio de la infancia y de la adolescencia,
pero los síntomas y el impacto funcional del TDAH no siempre desaparecen al
pasar a la edad adulta y el trastorno puede persistir en más del 50% de los casos.
Se asocia con un impacto importante a nivel clínico, funcional y de calidad de
vida. Un estudio epidemiológico realizado a nivel internacional en la población
general, señala que la prevalencia del TDAH en adultos es del 3,4%.
Los adultos afectados por
este trastorno presentan ciertas diferencias en sus cerebros con respecto a las
personas que solo lo sufrieron durante la infancia. Ya se sabía que a los niños
con TDAH les fallaba la conexión entre dos zonas de la masa gris involucradas
en esa red: la corteza cingulada posterior y la corteza pre frontal medial. Lo
que las resonancias magnéticas muestran ahora es que la sincronización se
recupera totalmente en los adultos que ya no sufren la dolencia, como si nunca
la hubieran tenido.
Sin embargo, los adultos
con TDAH conservan el cortocircuito. Esto abre una puerta a comprender mejor
las bases biológicas de este trastorno tan extendido y afinar con los
tratamientos farmacológicos.
ADOLESCENTES QUE PADECEN EL TDAH
La mayoría de los niños que padecen del TDAH continúan teniendo síntomas a
medida que entran en la adolescencia. A algunos, sin embargo, no se les
diagnostica el TDAH hasta que llegan a la adolescencia. Esto es más común en
niños con los síntomas del tipo predominantemente inatento, dado que no
necesariamente presentan problemas de disciplina en el hogar o en la escuela.
En estos niños, el trastorno se vuelve más notorio a medida que se incrementan
las demandas académicas y se acumulan las responsabilidades. Para todos los
adolescentes, esta etapa es un reto. Pero para los adolescentes que padecen del
TDAH, estos años pueden ser especialmente difíciles.
Aunque la hiperactividad tiende a disminuir a medida que el niño crece, los
adolescentes que siguen siendo hiperactivos pueden ser inquietos e intentar
hacer demasiadas cosas al mismo tiempo. Pueden elegir tareas o actividades que
ofrecen beneficios inmediatos, en lugar de los que demandan más esfuerzo pero
ofrecen mayores recompensas a largo plazo. Los adolescentes padecen
principalmente déficits de atención tienen problemas con la escuela y otras
actividades en las que se espera que sean más independientes.
Los adolescentes también se vuelven más responsables acerca de las
decisiones que toman sobre su propia salud. Para un niño con el TDAH, es más
probable que los padres sean los responsables en asegurar que el niño siga con
el tratamiento. Pero cuando el niño llega a la adolescencia, los padres tienen
menos control, y quienes padecen del TDAH pueden tener dificultades para seguir
el tratamiento.
A los adolescentes con el TDAH se les debe dar normas claras y fáciles de
entender y de esa manera ayudarlos a mantenerse saludables y brindarles la
estructura que necesitan. Para ayudarlos a mantenerse enfocados y organizados,
se puede confeccionar una lista de tareas del hogar y responsabilidades con sus
respectivos espacios para que marquen las tareas completadas.
Los adolescentes con o sin el TDAH desean ser independientes y probar cosas
nuevas y a veces, van a romper las reglas. Si su hijo adolescente rompe las
reglas, su respuesta deberá ser lo más calmada y natural posible. El castigo
debe ser utilizado sólo en raras ocasiones. Los adolescentes con el TDAH
frecuentemente tienen problemas para controlar su impulsividad y pueden
presentar fuertes ataques de ira. A veces, un breve "tiempo fuera"
puede calmarlos.
MANERA PUEDEN TRABAJAR LOS PADRES EN LA ESCUELA DE SUS HIJOS
Comience
por hablar con el maestro de su hijo, el consejero escolar o el equipo de apoyo
estudiantil de la escuela, para comenzar una evaluación. Además, cada estado
tiene un Centro de Información y Capacitación para Padres y una Agencia de
Protección y Defensa que pueden ayudarlo a solicitar una evaluación. Un equipo de
profesionales realiza la evaluación usando diferentes instrumentos y medidas,
las cuales ayudarán a examinar todas las áreas relacionadas con la discapacidad
del niño.
Una
vez que su hijo ha sido evaluado, tiene varias opciones, según cuáles sean sus
necesidades específicas. Si se necesitan servicios de educación especial y su
hijo califica según la Ley de Educación para Personas con Discapacidades, el
distrito escolar deberá desarrollar un "programa de educación
individualizado" específicamente para su hijo en un plazo de 30 días.
Aún
si se considera que su hijo no reúne los requisitos para recibir servicios de
educación especial, no todos los niños que padecen del TDAH califican él o ella
todavía puede recibir "educación pública adecuada gratuita", bajo la
Sección 504 de la Ley de Rehabilitación de 1973, disponible para todos los
niños con discapacidades en todas las escuelas públicas independientemente de
la naturaleza o la gravedad de la discapacidad.
Se
puede encontrar más información sobre los programas para niños con
discapacidades del Departamento de Educación.
Los
cambios pueden ser difíciles. Cada año lectivo trae consigo un nuevo maestro y
nuevas tareas, un cambio que puede ser especialmente difícil para un niño con
el TDAH que necesita rutinas y estructuras. Considere notificarles a los
maestros que su hijo padece del TDAH cuando comienza la escuela o se cambia a
una nueva clase. El apoyo adicional ayudará a su hijo a sobrellevar los
cambios.
POSIBLES INTERVENCIONES POR PARTE DE LOS PADRES CON LA QUE PUEDEN AYUDAR A SUS HIJOS
Los niños que padecen del TDAH necesitan guía y comprensión por parte de
sus padres y maestros para alcanzar todo su potencial y tener éxito en la
escuela. Antes de que se diagnostique el trastorno, frustración, culpa e ira
puede haberse acumulado en la familia. Tanto los niños como los padres puede
que necesiten ayuda especial para superar esos sentimientos adversos. Los
profesionales de la salud mental pueden educar a los padres acerca del TDAH y
de qué manera afecta a una familia. También ayudarán al niño y sus padres a
desarrollar nuevas habilidades, actitudes y formas de relacionarse entre sí.
La capacitación para el desarrollo de habilidades de crianza de los hijos
ayuda a los padres a aprender a usar un sistema de recompensas y consecuencias
para cambiar la conducta del niño. Se les enseña a los padres que brinden
comentarios positivos inmediatos para conductas que deseen alentar e ignorar o
reorientar conductas que deseen desalentar. En algunos casos, se pueden usar el
" tiempo fuera " cuando la conducta del niño se descontrola. En un
"tiempo fuera ", el niño es retirado de la situación que desencadena
la ira y se lo sienta solo por un breve periodo de tiempo para que se calme.
También se les anima a los padres a compartir una actividad placentera o
relajante con el niño, a fin de observar y señalar lo que el niño hace bien y
elogiar las fortalezas y habilidades del niño. Pueden también aprender a
estructurar situaciones de maneras más positivas. Por ejemplo, pueden
restringir la cantidad de compañeros de juego a uno o dos, de manera que el
niño no se sobre estimule. O bien, si el niño tiene dificultades para completar
tareas, los padres pueden ayudarlo a dividir las tareas grandes en pasos más
pequeños y más manejables. Además, los padres pueden utilizar técnicas para
aprender a controlar el estrés y mejorar su habilidad para afrontar las
frustraciones, de manera que puedan responder con calma ante la conducta de su
hijo.
A veces, toda la familia puede necesitar terapia. Los terapistas pueden
ayudar a los miembros de la familia a encontrar mejores formas de controlar las
conductas perjudiciales y fomentar cambios conductuales. Finalmente, los grupos
de apoyo ayudan a los padres y familias a conectarse con otras familias que
padecen problemas y preocupaciones similares. Los grupos se reúnen regularmente
para compartir frustraciones y logros, intercambiar información sobre
especialistas y estrategias recomendadas y hablar con expertos.
EFECTOS SECUNDARIOS DE LOS MEDICAMENTOS ESTIMULANTES
Los
efectos secundarios más comúnmente reportados son pérdida de apetito, problemas
para dormir, ansiedad, e irritabilidad. Algunos niños también reportan dolores
de estómago o dolores de cabeza leves. La mayoría de los efectos secundarios
son leves y desaparecen con el tiempo o si el nivel de la dosis se reduce.
PSICOTERAPIA
Se usan diferentes tipos
de psicoterapia para tratar el TDAH. La terapia conductual tiene como objetivo
ayudar a un niño a cambiar su conducta. Puede implicar ayuda práctica, como
ayudar a organizar tareas o completar el trabajo escolar, o superar eventos
emocionalmente difíciles. La terapia conductual también le enseña al niño cómo
monitorear su propia conducta. Aprender a darse elogios o premios por actuar de
una manera deseada, como controlar la ira o el pensar antes de actuar, es otro
de los objetivos de la terapia conductual. Los padres y maestros también pueden
expresar comentarios positivos o negativos para ciertas conductas. Asimismo,
normas claras, listas de tareas y otras rutinas estructuradas pueden ayudar que
un niño controle su conducta.
Los terapistas pueden
enseñarles a los niños habilidades para socializar, como de qué manera esperar
su turno, compartir juguetes, pedir ayuda o responder a burlas. Aprender a leer
las expresiones faciales y el tono de voz en otras personas y cómo responder de
manera adecuada puede ser parte también de la capacitación en habilidades para
socializar.
TRATAMIENTO
Los tratamientos disponibles
en la actualidad se centran en reducir los síntomas del TDAH y mejorar el
funcionamiento. Los tratamientos incluyen medicamentos, diferentes tipos de
psicoterapia, educación o capacitación, o una combinación de tratamientos.
MEDICAMENTOS
El tipo más común de
medicamento que se usa para tratar el TDAH se denomina "estimulante".
A pesar de que puede parecer poco inusual tratar el TDAH con un medicamento que
se considera un estimulante, en realidad, tiene un efecto calmante en los niños
con el TDAH. Muchos tipos de medicamentos estimulantes están disponibles.
Algunos otros medicamentos para el TDAH no son estimulantes y funcionan de
manera diferente que los estimulantes. Para muchos niños, los medicamentos para
el TDAH reducen la hiperactividad y la impulsividad y mejoran la capacidad para
concentrarse, trabajar y aprender. Los medicamentos también pueden mejorar la
coordinación física.
Sin embargo, no puede usarse
un enfoque uniforme para todos los niños con el TDAH. Lo que funciona para un
niño puede no funcionar para otro. Un niño puede tener efectos secundarios con
cierto medicamento, mientras que otro niño puede no t enerlos. A veces, se deben
probar varios medicamentos o dosis diferentes antes de encontrar uno que
funcione para un niño en particular. Los cuidadores y médicos deben monitorear
de cerca y cuidadosamente a todo niño que esté tomando medicamentos.
Los
medicamentos actuales no curan el TDAH, más bien, controlan los síntomas
durante el período en el que se toman. Los medicamentos pueden ayudar a un niño
a prestar atención y completar las tareas de la escuela. No está claro, si los
medicamentos pueden ayudar a los niños a aprender o a mejorar sus habilidades
académicas. Agregar una terapia conductual, consejería y apoyo práctico, puede ayudar
a los niños con el TDAH y a sus familias a afrontar mejor los problemas
cotidianos. Las investigaciones financiadas por el Instituto Nacional de la
Salud Mental (NIMH, por sus siglas en inglés) han demostrado que los
medicamentos funcionan mejor cuando el tratamiento se controla periódicamente
por el médico que los receta y la dosis ajusta en función a las necesidades del
niño.
DIAGNOSTICO DEL TDAH
Los niños maduran a ritmos diferentes y tienen personalidades,
temperamentos y niveles de energía diferentes. La mayoría de los niños se
distraen, actúan impulsivamente y se esfuerzan para concentrarse en un momento
u otro. A veces, estos factores normales pueden confundirse con el TDAH. Los síntomas
del TDAH generalmente aparecen a una temprana edad, generalmente entre los 3 y
6 años, y dado que los síntomas varían de una persona a otra, el trastorno
puede ser difícil de diagnosticar. Primero, los padres pueden notar que su hijo
pierde el interés en ciertas cosas antes que otros niños o parece estar
constantemente "fuera de control". Con frecuencia, los maestros son
los primeros en notar los síntomas, cuando un niño tiene dificultades para
seguir normas, o con frecuencia “se aísla” en el salón de clases o el patio de
recreo.
No existe una sola prueba que pueda diagnosticar que un niño padece del
TDAH. Por lo contrario, un profesional de la salud con licencia necesita reunir
información sobre el niño, su conducta y su entorno. La familia puede que quiera
hablar con el pediatra del niño primero. Algunos pediatras pueden evaluar al
niño ellos mismos, pero muchos derivarán a la familia a un especialista de la
salud mental con experiencia en trastornos mentales de la niñez, como el TDAH.
Primero el pediatra o especialista de la salud mental intentará descartar otras
razones para los síntomas. Por ejemplo, ciertas situaciones, eventos o
afecciones de la salud pueden causar conductas pasajeras en un niño que parece
tener el TDAH. Entre ellos, el pediatra y el especialista determinarán si un
niño:
·
Está sufriendo convulsiones aun no
diagnosticadas que podrían asociarse con otras afecciones médicas
·
Padece una infección del oído medio que
está causando problemas de audición
·
Tiene algún problema de visión o audición
aun no diagnosticado
·
Tiene algún problema médico que afecta su
pensamiento y su conducta
·
Tiene algún problema de aprendizaje
·
Padece de ansiedad o depresión u otros
problemas psiquiátricos que podrían causar síntomas similares al TDAH
· Ha sido afectado por un cambio
significativo y repentino, como la muerte de un miembro de la familia, un
divorcio o la pérdida de empleo de la madre o el padre.
Un especialista también verificará los registros escolares y médicos para
obtener indicios, ver si el hogar o la escuela del niño parecen ser
inusualmente estresantes o perjudiciales y reunir información de los padres y
docentes del niño. Se puede hablar
Un especialista también puede preguntará
lo siguiente:
·
¿Son las conductas excesivas y de largo
plazo? ¿Afectan todos los aspectos de la vida del niño?
·
¿Suceden con más frecuencia en este niño
en comparación con sus compañeros?
·
¿Son las conductas un problema continuo o
la reacción a una situación pasajera?
·
¿Ocurren las conductas en diferentes
ámbitos o solo en un lugar, como el patio de juegos, el salón de clase o el
hogar?
El especialista presta mucha atención a la conducta del niño durante
diferentes situaciones. Algunas situaciones son muy estructuradas, otras menos.
Algunas requieren que el niño siga prestando atención. La mayoría de los niños
con el TDAH pueden controlar mejor sus conductas en situaciones en las que
están recibiendo atención individual y cuando tienen la libertad de concentrarse
en actividades placenteras. Estos tipos de situaciones son de menos importancia
en la evaluación. Un niño también puede ser evaluado para ver cómo actúa en
situaciones sociales y puede ser sometido a pruebas de habilidad intelectual y
logros académicos para ver si padece un problema de aprendizaje.
Finalmente, si después de recolectar toda esta información el niño cumple
con los criterios para el diagnóstico del TDAH, se le diagnosticará el
trastorno.
CAUSAS DEL TDAH
Es algo incierto todavía hoy en día. Se trata
de un trastorno neurobiológico heterogéneo y complejo, que no puede explicarse
por una única causa, sino por una serie de condiciones genéticas junto con
otros factores ambientales.
Factores genéticos: Se han llevado a cabo estudios en familias, gemelos y
niños adoptados, que han revelado que la genética juega un papel muy importante
en la transmisión del TDAH entre generaciones. Se estima que el 76% de las
causas del TDAH puede atribuirse a factores genéticos. Según los estudios, los familiares de las personas con TDAH tienen
cinco veces más probabilidades de presentar el trastorno, que las personas sin
antecedentes familiares. Además, se
ha señalado en otros estudios, que la frecuencia del TDAH es mayor en los
familiares biológicos de aquellos que padecen el trastorno, que en los
familiares adoptivos.
Factores ambientales: Se han asociado una serie de factores ambientales como
factores de riesgo de padecer el Trastorno por Déficit de Atención e
Hiperactividad, principalmente, durante el embarazo, el parto, y después del
parto. Se consideran factores
ambientales: Principalmente: nacimiento prematuro, encefalopatía
hipóxico-isquémica (síndrome que se manifiesta en la primera semana de vida
producido por la disminución del aporte de oxígeno (O2) o la reducción
mantenida del flujo sanguíneo cerebral), bajo peso al nacimiento y consumo de
tabaco y alcohol durante el embarazo. Otros factores ambientales son el consumo
de heroína y cocaína durante el embarazo, exposición intrauterina al plomo y el
zinc, traumatismos craneoencefálicos en la primera infancia, infecciones del
sistema nervioso central o la adversidad psicosocial.
Factores psicosociales: Los factores psicosociales no se consideran críticos en
la etiología del TDAH, es decir, que no se cree que sean factores
determinantes, aunque sí desempeñan un papel importante en el trastorno y sobre todo, suponen una oportunidad para la
intervención.
Así,
algunos investigadores se han centrado en la familia, sobre todo en los
factores contextuales (estrés, desavenencias matrimoniales o trastornos
psicopatológicos de los padres) y la interacción entre padres e hijos.
La causa
principal del TDAH es la herencia. Aproximadamente el 75 por ciento de
los casos con este trastorno tiene causas de origen genético. No obstante,
determinar este origen es complicado ya que la patología no la causa un solo
gen y además estos genes interactúan entre ellos. Hay muchos implicados,
principalmente los sistemas que regulan la dopamina, la adrenalina, la
serotonina, etc. Es una herencia poligénica y compleja porque también
interactúan entre ellos, etc.
Además del
origen genético, Díez explica que hay una serie de factores,
los denominados perinatales, que están relacionados
con el embarazo, el parto y los primeros meses de vida que
también pueden producir TDAH. Estos son el consumo de tabaco y alcohol durante el embarazo o la presencia de
sufrimiento fetal, entre otros.
Las lesiones cerebrales: Los niños
que han sufrido una lesión cerebral pueden mostrar algunas conductas similares
a las de quienes padecen del TDAH. Sin embargo, solo un porcentaje pequeño de
niños con TDAH han sufrido una lesión cerebral traumática.
El azúcar: La idea de que la azúcar refinada
causa el TDAH o empeora los síntomas es común, pero la investigación descarta
esta teoría en lugar de sustentarla. En un estudio, los investigadores les
dieron a dos grupos de niños alimentos que contenían azúcar o un sustituto del
azúcar un día sí y un día no. Los niños que recibieron azúcar no demostraron
tener una conducta o capacidades de aprendizaje diferentes de quienes recibieron
el sustituto de azúcar. Otro estudio en el que los niños recibieron cantidades
mayores que el promedio de azúcar o sustitutos de azúcar mostró resultados
similares.
Los aditivos alimentarios: Una reciente
investigación británica indica que puede existir un vínculo entre el consumo de
ciertos aditivos alimentarios, como colorantes artificiales o conservantes, y
un aumento en la actividad. Se están realizando investigaciones para confirmar
estos hallazgos y para aprender más sobre como los aditivos alimentarios pueden
afectar la hiperactividad.
AFECCIONES PUEDEN COEXISTIR CON EL TDAH
Algunos niños con el
TDAH padecen también de otras enfermedades o afecciones. Por ejemplo, pueden
padecer de uno o más de la lista a continuación:
·
Un problema de aprendizaje. Un niño en edad preescolar con un problema de aprendizaje puede tener
problemas para entender ciertos sonidos o palabras o tener problemas para
expresarse con palabras. Un niño en edad escolar puede tener dificultad para
leer, deletrear, escribir y para las matemáticas.
· Trastorno de oposición desafiante. Los niños que padecen esta afección, en la cual un niño es
excesivamente terco o rebelde, con frecuencia discuten con los adultos y se
niegan a obedecer las normas.
· Trastorno de conducta. Esta afección incluye conductas en las cuales el niño puede mentir,
robar, pelear o intimidar a los demás. Puede llegar a destruir la propiedad,
ingresar ilegalmente a casas o portar o usar armas. Estos niños o adolescentes
tienen también un mayor riesgo de usar sustancias ilegales. Los niños con un
trastorno de conducta están en riesgo de meterse en problemas en la escuela o
con la policía.
· Ansiedad y depresión. Tratar el TDAH puede ayudar a disminuir la ansiedad o algunas formas
de depresión.
· Trastorno bipolar. Algunos niños que padecen el TDAH pueden también sufrir este
trastorno, en el cual se presentan cambios de estado ánimo extremos, que van
desde la manía (un estado de ánimo excesivamente exaltado) a la depresión en
breves periodos de tiempo.
·
Síndrome de Tourette. Muy pocos niños padecen este trastorno cerebral, pero muchos de
quienes lo padecen, también padecen el TDAH. Algunas personas con el síndrome
de Tourette tienen tics nerviosos y gestos repetitivos, como parpadeos de los
ojos, tics faciales o muecas. Otros carraspean, resoplan o aspiran
frecuentemente o gritan palabras inadecuadas. Estas conductas pueden
controlarse con medicamentos.
El TDAH también puede
coexistir con un trastorno del sueño, enuresis nocturna, abuso de sustancias u
otros trastornos o enfermedades.
SINTOMAS DEL TRASTORNO DE DEFICIT DE ATENCION E HIPERACTIVIDAD
Debe cumplir seis o más de
los síntomas siguientes para el déficit de atención y/o hiperactividad,
síntomas que deben haber estado presentes son:
1.
No pone atención y
comete errores frecuentes por descuido
2.
Tiene dificultad
para mantener la atención en las tareas y los juegos.
3.
No parece escuchar
lo que se le dice cuando se le habla directamente.
4.
No sigue las
instrucciones, no termina las tareas en la escuela, no termina los “recados”,
a pesar de entenderlos.
5.
Dificultades para
organizar sus tareas y actividades.
6.
Evita o rechaza
realizar tareas que le demanden esfuerzo.
7.
Pierde sus útiles o
cosas necesarias para hacer sus actividades obligatorias (lapiceros, libros).
8.
Se distrae
fácilmente con estímulos irrelevantes.
9.
Olvidadizo en las
actividades diarias.
DÉFICIT DE ATENCIÓN
HIPERACTIVIDAD-IMPULSIVIDAD
1.
Molesta moviendo las
manos y los pies mientras está sentado.
2.
Se levanta del puesto
en la clase o en otras situaciones donde debe estar sentado.
3.
Corretea, trepa,… en
situaciones inadecuadas.
4.
Dificultad para
relajarse o practicar juegos donde debe permanecer quieto.
5.
Esta continuamente en
marcha como si tuviera un motor por dentro.
6.
Habla excesivamente.
7.
Contesta o actúa
antes de que se termine de formular las preguntas.
8.
Tiene dificultad para
esperar turnos en los juegos.
9.
Interrumpe las
conversaciones o los juegos de los demás.
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