jueves, 27 de agosto de 2015

ADOLESCENTES QUE PADECEN EL TDAH




La mayoría de los niños que padecen del TDAH continúan teniendo síntomas a medida que entran en la adolescencia. A algunos, sin embargo, no se les diagnostica el TDAH hasta que llegan a la adolescencia. Esto es más común en niños con los síntomas del tipo predominantemente inatento, dado que no necesariamente presentan problemas de disciplina en el hogar o en la escuela. En estos niños, el trastorno se vuelve más notorio a medida que se incrementan las demandas académicas y se acumulan las responsabilidades. Para todos los adolescentes, esta etapa es un reto. Pero para los adolescentes que padecen del TDAH, estos años pueden ser especialmente difíciles.
Aunque la hiperactividad tiende a disminuir a medida que el niño crece, los adolescentes que siguen siendo hiperactivos pueden ser inquietos e intentar hacer demasiadas cosas al mismo tiempo. Pueden elegir tareas o actividades que ofrecen beneficios inmediatos, en lugar de los que demandan más esfuerzo pero ofrecen mayores recompensas a largo plazo. Los adolescentes padecen principalmente déficits de atención tienen problemas con la escuela y otras actividades en las que se espera que sean más independientes.
Los adolescentes también se vuelven más responsables acerca de las decisiones que toman sobre su propia salud. Para un niño con el TDAH, es más probable que los padres sean los responsables en asegurar que el niño siga con el tratamiento. Pero cuando el niño llega a la adolescencia, los padres tienen menos control, y quienes padecen del TDAH pueden tener dificultades para seguir el tratamiento.
A los adolescentes con el TDAH se les debe dar normas claras y fáciles de entender y de esa manera ayudarlos a mantenerse saludables y brindarles la estructura que necesitan. Para ayudarlos a mantenerse enfocados y organizados, se puede confeccionar una lista de tareas del hogar y responsabilidades con sus respectivos espacios para que marquen las tareas completadas.

Los adolescentes con o sin el TDAH desean ser independientes y probar cosas nuevas y a veces, van a romper las reglas. Si su hijo adolescente rompe las reglas, su respuesta deberá ser lo más calmada y natural posible. El castigo debe ser utilizado sólo en raras ocasiones. Los adolescentes con el TDAH frecuentemente tienen problemas para controlar su impulsividad y pueden presentar fuertes ataques de ira. A veces, un breve "tiempo fuera" puede calmarlos.

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