Los niños maduran a ritmos diferentes y tienen personalidades,
temperamentos y niveles de energía diferentes. La mayoría de los niños se
distraen, actúan impulsivamente y se esfuerzan para concentrarse en un momento
u otro. A veces, estos factores normales pueden confundirse con el TDAH. Los síntomas
del TDAH generalmente aparecen a una temprana edad, generalmente entre los 3 y
6 años, y dado que los síntomas varían de una persona a otra, el trastorno
puede ser difícil de diagnosticar. Primero, los padres pueden notar que su hijo
pierde el interés en ciertas cosas antes que otros niños o parece estar
constantemente "fuera de control". Con frecuencia, los maestros son
los primeros en notar los síntomas, cuando un niño tiene dificultades para
seguir normas, o con frecuencia “se aísla” en el salón de clases o el patio de
recreo.
No existe una sola prueba que pueda diagnosticar que un niño padece del
TDAH. Por lo contrario, un profesional de la salud con licencia necesita reunir
información sobre el niño, su conducta y su entorno. La familia puede que quiera
hablar con el pediatra del niño primero. Algunos pediatras pueden evaluar al
niño ellos mismos, pero muchos derivarán a la familia a un especialista de la
salud mental con experiencia en trastornos mentales de la niñez, como el TDAH.
Primero el pediatra o especialista de la salud mental intentará descartar otras
razones para los síntomas. Por ejemplo, ciertas situaciones, eventos o
afecciones de la salud pueden causar conductas pasajeras en un niño que parece
tener el TDAH. Entre ellos, el pediatra y el especialista determinarán si un
niño:
·
Está sufriendo convulsiones aun no
diagnosticadas que podrían asociarse con otras afecciones médicas
·
Padece una infección del oído medio que
está causando problemas de audición
·
Tiene algún problema de visión o audición
aun no diagnosticado
·
Tiene algún problema médico que afecta su
pensamiento y su conducta
·
Tiene algún problema de aprendizaje
·
Padece de ansiedad o depresión u otros
problemas psiquiátricos que podrían causar síntomas similares al TDAH
· Ha sido afectado por un cambio
significativo y repentino, como la muerte de un miembro de la familia, un
divorcio o la pérdida de empleo de la madre o el padre.
Un especialista también verificará los registros escolares y médicos para
obtener indicios, ver si el hogar o la escuela del niño parecen ser
inusualmente estresantes o perjudiciales y reunir información de los padres y
docentes del niño. Se puede hablar
Un especialista también puede preguntará
lo siguiente:
·
¿Son las conductas excesivas y de largo
plazo? ¿Afectan todos los aspectos de la vida del niño?
·
¿Suceden con más frecuencia en este niño
en comparación con sus compañeros?
·
¿Son las conductas un problema continuo o
la reacción a una situación pasajera?
·
¿Ocurren las conductas en diferentes
ámbitos o solo en un lugar, como el patio de juegos, el salón de clase o el
hogar?
El especialista presta mucha atención a la conducta del niño durante
diferentes situaciones. Algunas situaciones son muy estructuradas, otras menos.
Algunas requieren que el niño siga prestando atención. La mayoría de los niños
con el TDAH pueden controlar mejor sus conductas en situaciones en las que
están recibiendo atención individual y cuando tienen la libertad de concentrarse
en actividades placenteras. Estos tipos de situaciones son de menos importancia
en la evaluación. Un niño también puede ser evaluado para ver cómo actúa en
situaciones sociales y puede ser sometido a pruebas de habilidad intelectual y
logros académicos para ver si padece un problema de aprendizaje.
Finalmente, si después de recolectar toda esta información el niño cumple
con los criterios para el diagnóstico del TDAH, se le diagnosticará el
trastorno.
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