jueves, 27 de agosto de 2015

DIAGNOSTICO DEL TDAH



Los niños maduran a ritmos diferentes y tienen personalidades, temperamentos y niveles de energía diferentes. La mayoría de los niños se distraen, actúan impulsivamente y se esfuerzan para concentrarse en un momento u otro. A veces, estos factores normales pueden confundirse con el TDAH. Los síntomas del TDAH generalmente aparecen a una temprana edad, generalmente entre los 3 y 6 años, y dado que los síntomas varían de una persona a otra, el trastorno puede ser difícil de diagnosticar. Primero, los padres pueden notar que su hijo pierde el interés en ciertas cosas antes que otros niños o parece estar constantemente "fuera de control". Con frecuencia, los maestros son los primeros en notar los síntomas, cuando un niño tiene dificultades para seguir normas, o con frecuencia “se aísla” en el salón de clases o el patio de recreo.
No existe una sola prueba que pueda diagnosticar que un niño padece del TDAH. Por lo contrario, un profesional de la salud con licencia necesita reunir información sobre el niño, su conducta y su entorno. La familia puede que quiera hablar con el pediatra del niño primero. Algunos pediatras pueden evaluar al niño ellos mismos, pero muchos derivarán a la familia a un especialista de la salud mental con experiencia en trastornos mentales de la niñez, como el TDAH. Primero el pediatra o especialista de la salud mental intentará descartar otras razones para los síntomas. Por ejemplo, ciertas situaciones, eventos o afecciones de la salud pueden causar conductas pasajeras en un niño que parece tener el TDAH. Entre ellos, el pediatra y el especialista determinarán si un niño:
·         Está sufriendo convulsiones aun no diagnosticadas que podrían asociarse con otras afecciones médicas
·         Padece una infección del oído medio que está causando problemas de audición
·         Tiene algún problema de visión o audición aun no diagnosticado
·         Tiene algún problema médico que afecta su pensamiento y su conducta
·         Tiene algún problema de aprendizaje
·         Padece de ansiedad o depresión u otros problemas psiquiátricos que podrían causar síntomas similares al TDAH
·        Ha sido afectado por un cambio significativo y repentino, como la muerte de un miembro de la familia, un divorcio o la pérdida de empleo de la madre o el padre.
Un especialista también verificará los registros escolares y médicos para obtener indicios, ver si el hogar o la escuela del niño parecen ser inusualmente estresantes o perjudiciales y reunir información de los padres y docentes del niño. Se puede hablar

con entrenadores, niñeras y otros adultos que conozcan bien al niño.
 Un especialista también puede preguntará lo siguiente:
·         ¿Son las conductas excesivas y de largo plazo? ¿Afectan todos los aspectos de la vida del niño?
·         ¿Suceden con más frecuencia en este niño en comparación con sus compañeros?
·         ¿Son las conductas un problema continuo o la reacción a una situación pasajera?
·         ¿Ocurren las conductas en diferentes ámbitos o solo en un lugar, como el patio de juegos, el salón de clase o el hogar?
El especialista presta mucha atención a la conducta del niño durante diferentes situaciones. Algunas situaciones son muy estructuradas, otras menos. Algunas requieren que el niño siga prestando atención. La mayoría de los niños con el TDAH pueden controlar mejor sus conductas en situaciones en las que están recibiendo atención individual y cuando tienen la libertad de concentrarse en actividades placenteras. Estos tipos de situaciones son de menos importancia en la evaluación. Un niño también puede ser evaluado para ver cómo actúa en situaciones sociales y puede ser sometido a pruebas de habilidad intelectual y logros académicos para ver si padece un problema de aprendizaje.
Finalmente, si después de recolectar toda esta información el niño cumple con los criterios para el diagnóstico del TDAH, se le diagnosticará el trastorno.




No hay comentarios:

Publicar un comentario