Con
frecuencia, los niños presentan conductas inadecuadas. Algunas de estas
conductas tienen como origen determinadas creencias erró-neas de los niños
sobre ellas. En su deseo de sentirse integrados y «pertenecientes» a su grupo,
los niños atribuyen significados erróneos a conductas llevadas a cabo por ellos
mismos. Es importante saber reconocer estas conductas y la mejor manera de
manejarlas.
El TDAH Es
un síndrome conductual; Se trata de
un trastorno del comportamiento caracterizado
por distracción moderada a grave, períodos de atención breve, inquietud motora,
inestabilidad emocional y conductas impulsivas.
El TDAH
trastorno del desarrollo neurológico diagnosticado con mayor frecuencia en los
niños, de inicio siempre en la infancia, que persiste hasta la edad adulta en
un elevado porcentaje de casos y suele ocasionar un impacto muy negativo sobre
múltiples áreas de funcionamiento.
Se trata
pues de un trastorno que se inicia en la infancia, aproximadamente a la edad de
6 años, que se extiende a lo largo de la adolescencia y perdura en muchos casos
hasta la edad adulta (Ramos-Quiroga et al., 2005).
Para
que se considere TDAH los síntomas tienen que aparecer antes de los 12 años. Si
no aparecen antes, no se puede hacer un diagnóstico. “No hay TDAH que comience
en la edad adulta”, añade.
En
pacientes con síntomas de desatención e hiperactividad-impulsividad
se han encontrado lesiones del lóbulo frontal, especialmente de las áreas pre
frontales, que tienen que ver con los procesos de planificación, capacidad
organizativa, perseverancia, atención selectiva y control inhibitorio.
Según
Díez, esta patología afecta sobre todo a los niños y es más frecuente en
varones. Sin embargo, aproximadamente entre el 60 y el 80 por ciento de los
adultos mayores de 18 años que han tenido antes TDAH tienen persistencia de los
síntomas. “Es decir, casi tres cuartas partes siguen refiriendo que tienen
síntomas y que éstos interfieren en sus estudios, en su profesión, etc.”.
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