jueves, 27 de agosto de 2015

POSIBLES INTERVENCIONES POR PARTE DE LOS PADRES CON LA QUE PUEDEN AYUDAR A SUS HIJOS


Los niños que padecen del TDAH necesitan guía y comprensión por parte de sus padres y maestros para alcanzar todo su potencial y tener éxito en la escuela. Antes de que se diagnostique el trastorno, frustración, culpa e ira puede haberse acumulado en la familia. Tanto los niños como los padres puede que necesiten ayuda especial para superar esos sentimientos adversos. Los profesionales de la salud mental pueden educar a los padres acerca del TDAH y de qué manera afecta a una familia. También ayudarán al niño y sus padres a desarrollar nuevas habilidades, actitudes y formas de relacionarse entre sí.
La capacitación para el desarrollo de habilidades de crianza de los hijos ayuda a los padres a aprender a usar un sistema de recompensas y consecuencias para cambiar la conducta del niño. Se les enseña a los padres que brinden comentarios positivos inmediatos para conductas que deseen alentar e ignorar o reorientar conductas que deseen desalentar. En algunos casos, se pueden usar el " tiempo fuera " cuando la conducta del niño se descontrola. En un "tiempo fuera ", el niño es retirado de la situación que desencadena la ira y se lo sienta solo por un breve periodo de tiempo para que se calme.
También se les anima a los padres a compartir una actividad placentera o relajante con el niño, a fin de observar y señalar lo que el niño hace bien y elogiar las fortalezas y habilidades del niño. Pueden también aprender a estructurar situaciones de maneras más positivas. Por ejemplo, pueden restringir la cantidad de compañeros de juego a uno o dos, de manera que el niño no se sobre estimule. O bien, si el niño tiene dificultades para completar tareas, los padres pueden ayudarlo a dividir las tareas grandes en pasos más pequeños y más manejables. Además, los padres pueden utilizar técnicas para aprender a controlar el estrés y mejorar su habilidad para afrontar las frustraciones, de manera que puedan responder con calma ante la conducta de su hijo.

A veces, toda la familia puede necesitar terapia. Los terapistas pueden ayudar a los miembros de la familia a encontrar mejores formas de controlar las conductas perjudiciales y fomentar cambios conductuales. Finalmente, los grupos de apoyo ayudan a los padres y familias a conectarse con otras familias que padecen problemas y preocupaciones similares. Los grupos se reúnen regularmente para compartir frustraciones y logros, intercambiar información sobre especialistas y estrategias recomendadas y hablar con expertos.


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