Los adultos con el TDAH pueden recibir un tratamiento similar al que reciben los niños que padecen el trastorno, con medicamentos, psicoterapia o una combinación de tratamientos.
Medicamentos. Los medicamentos para el TDAH, incluyendo las formas de liberación
prolongada, a menudo son recetados para adultos con el TDAH, pero no todos
estos medicamentos están aprobados para adultos. Sin embargo, los que no están
aprobados para adultos pueden ser igualmente recetados por un médico como uso
“no especificado” en la etiqueta. Aunque
no están aprobados por la FDA específicamente para el tratamiento del TDAH, los
antidepresivos se usan, a veces, para tratar a adultos con el TDAH. Los
antiguos antidepresivos, denominados tricíclicos, también se usan a veces
porque al igual que los estimulantes, afectan los químicos del cerebro
conocidos como norepinefrina y dopamina. También puede recetarse un
antidepresivo más nuevo, venlafaxina (Effexor), dado que produce un efecto
sobre la norepinefrina, un químico del cerebro. Y en recientes estudios
clínicos, el antidepresivo bupropión (Wellbutrin), que afecta al químico del
cerebro dopamina, mostró beneficios para los adultos que padecen del TDAH.
Las recetas de
estimulantes y otros medicamentos para adultos requieren consideraciones
especiales. Por ejemplo, los adultos a menudo necesitan otros medicamentos para
problemas físicos, como la diabetes o la presión alta, o para la ansiedad y la
depresión. Algunos de estos medicamentos pueden interactuar negativamente con
los estimulantes. Un adulto que padece del TDAH deberá analizar las posibles
opciones de medicamentos con su médico. Deben tenerse en cuenta estas y otras
cuestiones cuando se receta un medicamento.
Educación y psicoterapia. Un consejero profesional o terapista puede ayudar a un adulto con
el TDAH a aprender cómo organizar su vida con herramientas como: un calendario
grande o una agenda, listas, recordatorios y asignándole un lugar especial a
las llaves, facturas y papeles. Las tareas más grandes pueden dividirse en
pasos más pequeños y fáciles de manejar, de modo que completar cada parte de la
tarea brinde un sentimiento de logro. La psicoterapia, incluyendo la terapia
conductual cognitiva, puede ayudar también a cambiar la mala imagen que se
tiene de uno mismo ya que permite examinar las experiencias que la produjeron.
El terapista alienta al adulto con el TDAH a adaptarse a los cambios de la vida
que el tratamiento conlleva, tales como pensar antes de actuar o resistir la
necesidad de asumir riesgos innecesarios.
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